Inglaterra logró una victoria ajustada de 1-0 contra la selección de Serbia en un partido que resultó ser más difícil de lo esperado. El único gol del encuentro llegó temprano, al minuto 13, cuando Bukayo Saka lanzó un centro y rebotó en el pie de un jugador Serbio y fue al área y Jude Bellingham conectó un cabezazo desde el punto penal, enviando el balón al ángulo izquierdo de la portería serbia, marcando un golazo.
A pesar de ir abajo en el marcador, Serbia mostró una gran determinación y dejó claro que está preparada para competir al más alto nivel. Su defensa sólida y su capacidad para crear oportunidades pusieron a prueba a la selección inglesa en varias ocasiones, destacando el esfuerzo y la calidad del equipo serbio.
Inglaterra, sin embargo, supo mantener su ventaja gracias a la calidad de su plantilla y una defensa bien organizada. A lo largo del partido, el equipo inglés demostró su capacidad para manejar la presión y asegurar el resultado, consolidando su posición y mostrando que, aunque fue una victoria por lo mínimo, supieron sacar adelante un partido complicado.