La Conmebol ha abierto un expediente tras los incidentes ocurridos la noche pasada durante el partido entre Uruguay y Colombia. En un encuentro marcado por la victoria de Colombia, la situación se tornó caótica cuando aficionados colombianos agredieron a las familias de los jugadores uruguayos. Darwin Núñez se vio especialmente involucrado en el altercado, llegando incluso a intentar arrojar una silla a los aficionados colombianos en un intento de proteger a sus seres queridos.

En su comunicado oficial, la Conmebol condenó enérgicamente los actos de violencia y anunció la apertura de una investigación para esclarecer los hechos y sancionar a los responsables. José María Giménez, uno de los jugadores de Uruguay, declaró que los aficionados de Colombia se lanzaron directamente a agredir a las familias de los jugadores, lo que desató una serie de altercados y golpes entre jugadores y aficionados. La organización del fútbol sudamericano subrayó la importancia de la seguridad en los estadios y la protección de los familiares de los jugadores.

Mientras tanto, tanto las federaciones de fútbol de Uruguay como de Colombia han expresado su repudio a los eventos violentos y han manifestado su colaboración con las investigaciones en curso.

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