Julián Álvarez, jugador de River, evitó la caída de la Albiceleste en Guayaquil. Foto EFE

Todo estaba listo para que Ecuador festejara. La grada en el monumental de Guayaquil repleta, cerca de 60.000 hinchas locales tiñendo de amarillo el estadio y la clasificación para el mundial en el bolsillo. Y los héroes de la ‘tri’ salieron dispuestos a que siguiera la fiesta. El juego dejó un empate muy trabajado por la albiceleste (1-1).

Argentina no se fue de golpe, supo aguantar a su rival que estaba entusiasta en el campo. Con Messi poco participativo, los albicelestes se encomendaban a una genialidad de uno de los jugadores del momento en su Liga, Julián Álvarez de River Plate y por quien Manchester City ya reservó su pase en el mercado de verano. En una buena acción por banda de Tagliafico, Julián apareció en el centro del área para anotar.

Cuando parecía que la albiceleste se llevaría el partido llegó la jugada polémica. En el primer minuto del añadido un remate de cabeza lo desvió Tagliafico con la mano. Tras una revisión del VAR, marcó Valencia para Ecuador después de parar el penalti Rulli y caerle el balón en los pies.

Empate extraño en Guayaquil de dos equipos clasificados ya para el Mundial que los ecuatorianos celebraron como un triunfo.

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