La Liga de Campeones de CONCACAF es el principal torneo internacional de clubes de esta Confederación. El campeón se garantiza un cupo en el Mundial de Clubes, así como recientemente lo hizo Rayados de Monterrey.
Hay una realidad innegable. Los clubes mexicanos han monopolizado este torneo. Desde que se disputó la primera edición en 2008-2009, sus 13 campeones son de la Liga MX. Monterrey ha sido el más efectivo (5), Pachuca y América tienen dos copas en sus vitrinas. Atlante, Cruz Azul, Guadalajara y Tigres completan este palmarés.
Antes de la Liga de Campeones, esta competición se denominaba “Copa de Campeones y Subcampeones de CONCACAF”.
Sus últimas tres ediciones también fueron ganadas por clubes de México: América (2006) y los Tuzos de Pachuca (2007 y 2008).
Previo a esos monarcas de CONCACAF, Costa Rica logró la hazaña con la Liga Deportiva Alajuelense (2003-2004) y el Deportivo Saprissa (2004-2005).
Esa hegemonía mexicana ya tiene 16 años. Saprrisa es el último que los desafió e incluso en la serie final enfrentó a los Pumas de UNAM.
El próximo 11 de mayo se cumplirán 17 años de esta gesta histórica donde se recordará que el último club no mexicano en ganar la Concacaf fue el Monstruo Morado y se convirtió en el único equipo centroamericano que ha clasificado al Mundial de Clubes en Japón. Allí ocupó un histórico tercer lugar en la competencia de la FIFA.
Por eso, el cruce entre Saprissa y Pumas en los octavos de final de Liga de Campeones 2022 es especial. Estos dos equipos guardan ese recuerdo de la serie final de la Copa de Campeones y Subcampeones de CONCACAF 2004-2005.