Matemáticamente la Selección depende de sí misma pero una derrota más reduce sus opciones de estar en zona de repesca.

Por entrega y esfuerzo, la Selecta salió con buena calificación de Columbus, Ohio. Si existía pesimismo, como dijo el técnico Hugo Pérez, de salir goleador ante Estados Unidos el resultado 0-1 quedó corto. Sin embargo, en números fríos, El Salvador ha tenido un bajo rendimiento en la Octogonal: 6 puntos de 27 posibles en 9 jornadas (22% el promedio).
Actualmente es penúltima con seis puntos y su siguiente rival es Honduras con tres.

Si pierde, no solo se deja alcanzar sino que ya no habrá opciones reales de estar en zona de repesca, porque Panamá y Costa Rica están distanciados a 8 y 6 puntos, respectivamente.

Faltan cinco partidos para concluir la ronda final de eliminatoria en la CONCACAF. El Salvador tiene tres partidos de visita y dos de local. A lo más que puede aspirar es a 15 hipotéticos puntos.

Si tiene 6 y gana esos 15, alcanzaría los 21. Pero solo en sueños eso sucedería. El orden de partidos que tiene representan desafíos.

Este domingo continúa su actividad y visita a una Honduras que no suele ceder puntos cuando enfrenta a los salvadoreños.

Aunque con su actual mala racha y el empate en el 2021 podrían abrir esa posibilidad de sumar aunque sea un punto.

El miércoles termina la ventana de partidos FIFA de enero ante la mejor selección de esta eliminatoria, Canadá y que viene de ganar sin despeinarse en San Pedro Sula. Jugarán en el Cuscatlán, campo que no ha sido una fortaleza. Su salvavidas fue una victoria sobre Panamá (1-0). Pero en el Coloso fue derrotada por México (0-2) y concedió empates ante Estados Unidos (0-0), Honduras (0-0) y Jamaica (1-1).

Después de estos dos partidos se sabrá si ya no hay más que hacer en esta Octogonal, en cuanto a objetivos.

Ya en marzo, viene la última seguidilla de partidos. Se vuelve a complicar el panorama. Iniciará visitando a Jamaica en Kingston (24/3). Ambas selecciones lucen irregulares en resultados y por historia allí le cuesta sumar.

Se despedirá de su público ante Costa Rica que mantendría el sueño mundialista por el boleto directo o repesca el 27 de marzo. Después de ese juego, la afición salvadoreña solo le deseará suerte a Hugo Pérez y al plantel que concluyen su regreso a una ronda final en el estadio Azteca ante un México que ya debería estar clasificada y que no necesitaría de su mejor arsenal para poner punto final a esta aventura.

El Salvador ha competido sin ser favorito en ningún momento. Estar más de una década lejos de jugar un Mundial ha tenido un alto precio pero su cambio generacional solo permite saber dónde se está parado y el nivel que se juega en la CONCACAF.

Lo cierto es que Catar 2022 queda tan lejos como la geografía misma. Nunca estuvo cerca.

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