El 22 de noviembre del 2014 marcó un hito monumental en la carrera de Lionel Messi: se consagró como el máximo goleador histórico de La Liga. En un encuentro épico contra el Sevilla, Messi deslumbró con un hat-trick magistral, elevando su cuenta goleadora a 253 tantos y superando así la legendaria marca de Telmo Zarra.
Este suceso no solo reflejó la destreza goleadora del argentino, sino que también resumió su capacidad única para convertir la rutina en algo extraordinario. El logro de Messi no solo fue un récord, sino la culminación de una serie de actuaciones memorables que transformaron lo cotidiano en momentos históricos.
Su habilidad para sorprender, innovar y sobresalir en cada partido se convirtió en una rutina que desafiaba lo ordinario y elevaba los estándares del fútbol mundial. Este récord no solo simbolizó su capacidad goleadora, sino también su constancia, talento y dedicación, elementos que lo consolidan como uno de los jugadores más destacados de todos los tiempos en La Liga y en el mundo del fútbol.